Antonio Hernández-Carrillo
Publicado en nº 106 del periódico "TU"
-----Una de las emisoras de radio que más se distingue por su crítica (a veces exagerada) a la Iglesia estaba retransmitiendo el domingo por la tarde su programa deportivo de máxima audiencia, cuando de repente deja el fútbol definitivamente y empieza a contar la marcha de las procesiones. Lógicamente comencé a hacerme preguntas: ¿Cómo es que ahora hablan de la procesión y de sus imágenes sin ningún tipo de censura sino con conocimiento y apasionamiento (si les oigo decir que la religión es cosa de otras épocas ya superadas)? ¿Cómo se casa que esta empresa radiofónica hable negativamente de los cristianos, de los curas y de los obispos con el ensalzamiento de estos actos religiosos? ¿Se trata de una contradicción?
-----Inmediatamente me acuerdo del Evangelio y del texto que se pone en boca de Jesús dirigiéndose a los discípulos: «Sabéis que los jefes de las naciones las tiranizan y que los grandes las oprimen con su poderío. Entre vosotros no debe ser así, sino que si alguno de vosotros quiere ser grande que sea vuestro servidor, y el que de vosotros quiera ser el primero que sea el servidor de todos; de la misma manera que el hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por todos» (Marcos 10, 42-45)
-----Quiere decir que para los jefes de la radio no hay ninguna contradicción. ¿Por qué? Sencillamente porque la lógica del capital lleva a retransmitir lo que más audiencia y publicidad arrastra, bien provenga del fútbol, bien de las procesiones. ¿Qué más da para ellos?
-----Lo peor que nos puede pasar a los cristianos es que aceptemos resignadamente (y hasta con gusto) los vaivenes de los intereses de los magnates.
-----“Entre vosotros no debe ser así”, acaba de decir Cristo. Y sigue hablando de servicio y de dar la vida. ¡Aquí está la clave de la fe cristiana!
-----Por lo menos… ¡echemos idea y rabia a la cosa!