Antonio Hernández-Carrillo
Publicado en nº 107 del periódico "TU"
-----La magnífica entrevista que José Luís Palacios hizo al director de Las alas de la vida en nuestra revista Noticias Obreras (nº 1454) me creó un gran deseo de ver esta película. Pronto satisfice el interés y efectivamente pude comprobar la fuerza de la sonrisa en la vida de un enfermo con un diagnóstico realmente estremecedor.
-----Las alas de la vida dignifica, ennoblece y engrandece hasta límites insospechados la vida y la muerte y consigue penetrar en las profundidades del ser humano hasta extraer una sonrisa en donde parece que sólo existen razones para llorar.
-----Es un gozo llevar ahora el Evangelio de Jesucristo a esa sonrisa inagotable y siempre abierta a la trascendencia y a la eternidad y comprobar, una vez más, que el mensaje cristiano siempre, siempre está cerca de las más profundas aportaciones humanas.
-----Y en ese ir y venir del Evangelio a la calle nos encontramos cientos de sonrisas en medio de la mayor dificultad. Pongamos algunos ejemplos: el nacimiento de un pobre niño, Jesús de Nazaret, en un pesebre fue motivo de gran alegría para los pastores que estaban guardando el rebaño (Lucas 2, 10); la gracia está en el fondo de la pena y la salud naciendo en la herida (Liturgia del Viernes Santo); la vida brota de la muerte (Marcos 16,1-8) y finalmente cito estas expresiones (tan paradójicas como las anteriores) de S. Pablo refiriéndose a los cristianos: “Estamos al borde de la muerte, pero seguimos con vida; nos castigan, pero no nos alcanza la muerte; nos tienen por tristes, pero estamos siempre alegres; nos consideran pobres, pero enriquecemos a muchos; piensan que no tenemos nada, pero lo poseemos todo” (II Corintios 6, 9-10).
-----Sonreír cuando la vida no te sonríe es el mejor remedio para la misma vida y para la muerte.
-----¡Alcanzar esta gracia merece la vida entera! ¡Ánimo!
