Publicado en el Ideal de Granada 10-11-09
Gonzalo Ruiz Ruiz
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----- La crisis actual ha producido algo muy sutil: los pobres han pasado de ser víctimas a ser culpables. La crisis, nos dicen, se ha producido porque los bancos han concedido hipotecas a pobres desgraciados que no pueden pagarlas. En España, dicen, el déficit del Estado se debe a los gastos en desempleo, pensiones, educación, sanidad, ... Por un lado o por otro, los pobres siempre aparecen como culpables.
----- Siendo así, es lógico que a la hora de plantear qué debemos hacer para salir de la crisis se considere que no podemos subir los impuestos a los que más tienen para dárselos a los culpables de la situación, promoviendo además que sigan en el paro, cobrando sin hacer nada. Más bien, habrá que reducir el gasto y los impuestos, para que los que tienen dinero tengan más, puedan invertir más, creen más riqueza, más oportunidades de trabajo y así salir de la crisis..., o el cuento de la lechera. Frente a esta posición se mantiene la contraria: aumentar los impuestos, no sabemos cuales, para poder mantener el volumen de gasto público, haciendo de locomotora de la iniciativa privada y protegiendo a las víctimas de la crisis.
----- Quienes así argumentan, unos y otros, tienen dos problemas. Uno se comportan como si aquí en nuestro mundo capitalista, no hubiese pasado nada. Dos, creen que el resto de los mortales nos hemos puesto en los ojos la misma venda que ellos.
----- Pero ha pasado algo muy grave: el modo que Adan smith describiera, en “la riqueza de las naciones”, como el más apropiado para crear riqueza ha sido arrojado a la basura y sustituido por un sistema especulativo que genera beneficios sin producir nada. Dicho de otro modo: en lugar de utilizar trabajo, materia y capital para producir algo, venderlo y obtener un beneficio (economía productiva), compran empresas, acciones, opciones o lo que sea para esquilmarlas, en el caso de las empresas, y revenderlas en poco tiempo obteniendo un gran beneficio (economía financiera). Claro está, que controlando el mecanismo que hace subir y bajar el precio de estos productos financieros. Por ello, alguien ha dicho que “la mayor parte de la economía se podría calificar, sin exagerar, de mafiosa”. Hoy, la economía financiera, mafiosa, representa el 90% de la economía total.
----- Hay algo más. Estas operaciones financieras están exentas de la mayor parte de los impuestos que deberían pagar. Es decir: el 90% de la actividad económica no paga una parte importantísima de los impuestos, lo que produce un progresivo empobrecimiento del Estado y de la sociedad. Si a esto le añadimos el fraude fiscal, que en España asciende a setenta mil millones de euros al año, nos daremos cuenta de que entre mafiosos y defraudadores nos están dejando en la miseria. El déficit del Estado no proviene de los gastos sociales, proviene de los especuladores y los defraudadores. Los pobres y la clase obrera no somos el problema, somos las víctimas, pero a estos mafiosos les importa un comino la vida de los trabajadores y de sus familias, el interés general y el bien común.
----- Dicho esto se comprenderá que el debate actual sobre subir o no subir impuestos oculta el verdadero problema y deja pasar una ocasión de oro para educar y comprometer al ciudadano. Necesitamos algo nuevo, la crisis actual “... nos obliga a revisar nuestro camino, a darnos nuevas reglas y a encontrar nuevas formas de compromiso...”(C.V.21). Nada de esto vemos en el debate actual, pero al menos podemos exigir que no nos traten como a imbéciles.
Gonzalo Ruiz Ruiz
Militante de la HOAC - Granada
Militante de la HOAC - Granada