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martes, enero 12, 2010

LOS EXTREMOS NO SE TOCAN

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Publicado en el Ideal de Granada 30-12-09

Ignacio Peláez Pizarro



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----- Suele decirse que los extremos se tocan. Pero hay extremos que son difíciles de acercar. A esta clase pertenecen los dos sobre los que quisiéramos llamar tu atención, lector amigo.

----- Uno es el paro, que va en un crescendo imparable; y el otro extremo es que todos los que están en edad de ello, necesitan trabajar. ¿Cómo acercar estos dos extremos?. El acercador que los acercare, buen …

----- Que el trabajo va escaseando está a la vista de todos: rondamos los cuatro millones de parados. De los 27 países que componen la UE, el nuestro, España, es el que tiene una tasa de paro más alta: el 18%; . Y dentro de nuestro país, es Andalucía la región con más parados de toda España y Granada a la cabeza (cfr. IDEAL del 3 Sept.2009).

----- Es verdad que la tecnología elimina puestos de trabajo: la máquina suplanta al hombre. Pero también es verdad que los países tecnológicamente más avanzados son lo que tienen menos parados. Lo que quiere decir, en buena lógica, que la tecnología no es fuente de paro. Las fuentes del paro habrá que buscarlas en otro sitio. Y seguramente serán atribuibles al hombre, a la desidia y al egoísmo del hombre.

----- El otro extremo de esta aporía es que todos los que están en edad laboral, necesitan trabajar. La persona necesita trabajar para “ser”. Mediante el trabajo la persona desarrolla sus capacidades; se siente útil; es tenida en cuenta, puede mirar a los demás de igual a igual; es consciente de que colabora a la marcha de la sociedad; se siente integrada en la vida social; cada mañana experimenta el aliciente de la vida.

----- Por contra, el parado se hace dependiente y termina o siendo un amargado, o un “cara”. El parado, si es persona responsable (como la inmensa mayoría lo son), ve que está siendo una carga, un inútil, e irá perdiendo su autoestima, su salud psíquica se resiente y la vida familiar chirría.

----- ¿Cómo casar estos dos extremos, que no se tocan?.

----- La primera medida será la de crear puestos de trabajo estable y digno. A ello deberían dirigir todos sus esfuerzos empresarios y políticos.

----- Todo país necesita un tejido empresarial dinámico, que ponga en movimiento y producción los bienes, que generaciones anteriores han ido creando. Un empresariado que crea en el destino universal de los bienes de producción; un empresariado que asuma que sus bienes deben producir también para los demás; que ponga sus capacidades y sus iniciativas al servicio del bien común; que conciba la empresa como una “comunidad humana”, en la que el trabajador tenga participación, como dice la Mater et Magistra de Juan XXIII: “No dudamos, sin embargo, en afirmar que a los trabajadores hay que darles una participación activa en los asuntos de la empresa donde trabajan, tanto en las privadas como en las públicas” (MM, 91).

----- Y el poder político también debe dedicarse con ahínco a crear las condiciones legales, que faciliten la creación de empleo, pues su única razón de ser es buscar y promover el bien común. Así lo entiende la Doctrina Social de la Iglesia.

----- Otra medida no menos necesaria para acercar estos dos extremos, será la de repartir el trabajo: “trabajar menos para trabajar todos”, como rezaba el título de un libro de Guy Aznar.

----- La puesta en marcha de estas medidas para tratar de acercar los dos extremos de marras, no se consigue de la noche a la mañana; necesita, nada más y nada menos, de un cambio de mentalidad, de un cambio de manera de sentir, pensar y actuar, es decir, necesita de una nueva cultura. Y para eso hay que echarle guindas al pavo.

----- Paro creciente y trabajo para más gente: dos extremos que no se tocan, pero que tenemos que hacer que se acerquen.


Ignacion Peláez Pizarro
Militante de la HOAC - Granada